Museo Almazara de Las Laerillas, Nigüelas.
Restauración, adecuación a otros usos y musealización.

El Proyecto de rehabilitación y musealización de La  Almazara de Las Laerillas es el eje sobre el que pivota la revitalización cultural del patrimonio preindustrial del valle de lecrín. Además de darlo a conocer y difundirlo, esta amplia intervención persigue fomentar la sensibilización de la población hacia estos bienes patrimoniales y evitar así que caigan en el olvido.

Desde los primeros asentamientos, los habitantes del entorno de Sierra Nevada han sabido aprovechar la abundancia de agua para mejorar sus formas de vida y relacionarse con el medio a través de la agricultura o la energía hidráulica. La agricultura ha sido la actividad económica principal  de las poblaciones en la historia del Valle de Lecrín, donde  el  protagonismo del agua ha ido configurando a lo largo de la historia un paisaje marcado por la presencia de infraestructuras para su gestión, como son las acequias, acueductos, fuentes, lavaderos, abrevaderos, fábricas de luz, almazaras y molinos.

La Almazara de las Laerillas, que data del siglo XV, es un ejemplo histórico más de la influencia que los fenómenos naturales derivados del deshielo de Sierra Nevada producen en el territorio y que se ha mantenido hasta la actualidad en destacadas condiciones de mantenimiento.

El proyecto de rehabilitación  ha tenido lugar en tres niveles de intervención: la restauración de los valores arquitectónicos e instrumentales del conjunto, la adecuación de sus espacios a nuevos usos y la musealización. El cual ha supuesto una aproximación a la historia preindustrial del Valle de Lecrín partiendo de la puesta en valor de la influencia que las infraestructuras hidráulicas han producido en su paisaje rural, a través de un programa de carácter turístico y cultural a nivel comarcal y territorial.

LA INTERVENCIÓN ARQUITECTÓNICA. La intervención arquitectónica que se realiza entre 2015 y 2016 tanto a nivel arquitectónico como programático parte de reconocer la configuración espacial original de La Almazara y sus valores materiales. El proyecto se lleva a cabo bajo la premisa del respeto, de manera que la introducción de nuevos elementos para la comprensión del museo o la adecuación a otros usos tenga lugar sin perjuicio alguno a los valores patrimoniales del conjunto o sus partes.El proyecto de arquitectura del nuevo museo se realiza en varias fases: restauración de los elementos arquitectónicos y objetos deteriorados, sustitución de elementos auxiliares e instalaciones, adecuación de espacios a nuevos usos y  obras de apoyo a la musealización.

LA RESTAURACIÓN. La restauración se ha centrado en el tratamiento de acabados superficiales de muros y trojes, el refuerzo y reconstrucción de huecos, la estabilización de pavimentos y la limpieza de los objetos originales. Cabe destacar la solución constructiva ejecutada para eliminar las humedades interiores existentes en las partes bajas de los muros de la nave de prensado y molino hidráulico, tratadas con morteros de cal específicos para evitar la formación de manchas de humedad por capilaridad.

La rehabilitación del edificio que tuvo lugar en la última década del s. XX se ocupó de la recuperación de los volúmenes de la edificación más que de la aplicación de técnicas y materiales tradicionales. El empleo indiscriminado de morteros de cemento ha generado un importante deterioro de las fábricas y abundante aparición de eflorescencias salinas en muros expuestos a la absorción de humedades por capilaridad, estructuras apoyadas sobre un terreno muy húmedo en las inmediaciones de conducciones de agua propias de la industria hidráulica.La pobre conservación que el edificio ha tenido durante los últimos años, carente de una estrategia de mantenimiento adecuada, no ha colaborado a la conservación de revestimientos, carpinterías y elementos muebles de cerámica y madera.

En la nueva obra de restauración se han empleado diversas técnicas para la recuperación de cada elemento constructivo según criterios de conservación y adaptación a nuevos usos.Se lleva a cabo la reforma y sustitución de aquellos elementos procedentes de una restauración previa de 1991 que se consideraron mejorables o poco apropiados para el objetivo de destacar los valores originales del conjunto. Tales fueron la sustitución de todas las barandillas e instalaciones existentes. La electricidad se renueva por completo, ocultando el cableado y reemplazando la iluminación por otra más eficiente. Los aseos se reforman para hacerlos accesibles. También se sustituyen las barandillas por otras más ligeras que permiten mejorar la vista sobre el valle del río torrente en el patio de trojes o la vista de la Almazara desde la calle Canalón.

ADECUACIÓN A NUEVOS USOS. Los nuevos usos que se proponen con el proyecto de 2015 consisten en la adecuación de sala de prensado a auditorio y la adecuación de espacio de molino de sangre a espacio expositivo. La sala del edificio principal, donde se encuentran las vigas de prensado, se adapta mediante elementos de carácter efímero como una tarima sobre una estructura desmontable de acero, una pantalla enrollable para las proyecciones (fija pero oculta) y 41 sillas plegables a espacio para conciertos, conferencias y proyecciones de video. En el molino de sangre se ha dispuesto un soporte liso continuo de cartón-yeso en las tres paredes del fondo de la sala para exponer  trabajos gráficos.

MUSEALIZACIÓN. Junto al proyecto de restauración de la arquitectura y del instrumental de la Almazara, la intervención de 2015 incluye  la mejora y ampliación de la presentación museográfica, adaptada a las nuevas formas de divulgación y promoción del patrimonio histórico.

La musealización actual pretende dar a conocer el origen y el funcionamiento de la Almazara y su relación con el entorno de una forma didáctica y respetuosa con lo existente. El contenido del nuevo museo consiste en el propio conjunto edilicio restaurado, la maquinaria y los objetos originales conservados, expuestos de manera lógica y ordenada, así como una serie de aplicaciones que dan a conocer el origen y la evolución de las diferentes tipologías de elementos de la red de infraestructuras hidráulicas de la comarca a la que pertenece la Almazara. Para su comprensión el museo está dotado de diversos dispositivos museográficos de tipo físico (cartelas y paneles) y audiovisual (vídeo).

El museo propone al visitante un recorrido que sigue una lógica de comprensión del conjunto y que va de la entrada al patio de trojes hasta el molino de sangre. En ese espacio, un vídeo ofrece un resumen de marcado carácter visual sobre el origen de las infraestructuras hidráulicas en el Valle de Lecrín y sobre el funcionamiento de la propia Almazara de Las Laerillas. En la misma sala, se presenta una exposición de paneles explicativos sobre la historia de la comarca, la red de infraestructuras hidráulicas de la comarca y la documentación gráfica sobre otros molinos de la zona.

Después de la introducción, el recorrido que se propone  se ciñe a los procesos de producción del aceite y sigue el recorrido de la aceituna: la recogida en los trojes, la molienda, el prensado y la venta ya en forma de aceite. Este comenzaría en  el patio de trojes, donde se visualiza la cárcava y el estanque de agua en el exterior, continuaría  por  el edificio principal entrando por  el molino hidráulico,  nave de prensado y terminando en el almacén o tienda.

En cada sala existen porciones de pared donde se exponen objetos e instrumental asociados al funcionamiento y uso de cada espacio, todo ello es nombrado y explicado de forma didáctica a través de una serie de cartelas cerámicas empotradas en los muros.

En el molino hidráulico se puede apreciar el rodezno original. Este aparece debajo de la solera, bajo una bóveda de piedra, y  junto al saetillo. Estas piezas son esenciales para entender el mecanismo motor del molino hidráulico y, por ende, el funcionamiento de todo el conjunto de la Almazara y su relación con la acequia que discurre por la calle Canalón.

Además de las piezas museográficas vinculadas físicamente al edificio (vídeo, paneles y cartelas), el museo cuenta con una serie de aplicaciones complementarias y divulgativas como son el catálogo, un plano-guía y una página web.

Como resultado de la intervención de 2015, la Almazara gana en términos de potencialidad y fertilidad cultural. Con ella se demuestra que un bien patrimonial no es sólo un espacio de visita, sino también de generación de actividad en sí mismo, al mismo tiempo que se inserta y alimenta a la red de espacios culturales del resto de la comarca del Valle de Lecrín y provincia.

link a catálogo : https://www.dropbox.com/s/yupfet4rtk9tlwk/ALMAZARA%20DE%20LAS%20LAERILLAS_libro.pdf?dl=0

Ubicación_Calle Canalón, nº6. Nigüelas, Granada, España.

Arquitecto_José Luis Muñoz
Arquitecto Técnico_Francisco Campos Fernández
Colaboradores_Maribel Fernández, María Gómez Quirantes (estudiantes de arquitectura),Alicia Gómez Quirantes(arquitecta)

promotor_Fundación Zayas
proyecto_2014
fin de obra_2016
superficie construida_235,15 m2
presupuesto_152.897,96 euros

 

 

Museo Almazara de Las Laerillas

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